Un bebé duerme entre 15 y 20 horas por día, así que elegir una buena cuna es fundamental. Las hay para todos los gustos y bolsillos, aunque lo primordial es que garanticen comodidad y seguridad. Por ello, conviene seguir los siguientes consejos a la hora de elegir cunas para bebés
- La cuna debe cumplir todas las normas europeas de seguridad. Lo más importante es que la cuna haya superado los controles de calidad y que esté certificada con el distintivo UNE EN 7161/2.
- Las cunas deben tener unas medidas mínimas para que el bebé esté seguro y cómodo. Hay que comprar una cuna que sirva hasta que el niño empiece a dormir en una cama. La cuna debe ser apta para el peso y el tamaño del bebé.
- El colchón debe ser el adecuado para la cuna en concreto. Tiene que encajar de forma perfecta en el espacio destinado para el colchón. Si existe un espacio de dos dedos o más entre el colchón y la estructura de la cuna la medida del colchón es un error.
- En las cunas se puede adaptar la altura del suelo. A medida que el niño va creciendo se debe bajar el nivel del suelo para que no se pueda caer por encima.
- Hay que comprobar que todos los tornillos, los remaches, muelles y demás medidas de sujeción están muy bien sujetas y cumplen las distancias establecidas.
- Se debe certificar la estabilidad del somier de la cuna.
- La distancia entre los barrotes de la cuna debe medir de 4,5 a6,5 centímetros para que no exista riesgo de que el bebé se cuele entre los barrotes.
- Se recomienda no adornar la cuna con lazos, cintas o cordones decorativos. Pueden ser muy bonitos pero son peligrosos pues el bebé puede enredarse con ellos.